Infinitas formas de decorar su salón

Infinitas formas
de decorar su salón

FOTOGRAFÍA:

Composición Lauki con pies elípticos lacada en Camel.

La tipología de mueble bajo que sirve como soporte para la televisión, frente al cual nos sentamos en el sofá, sirve también para que almacenemos en él nuestros libros y revistas, y lo decoremos con diferentes objetos como flores, marcos, lámparas…

Meuble TV Treku dans un salon résidentiel
Mueble de television design en un salon de hogar

FOTOGRAFÍA:

Animación y fotografías de diferentes composiciones de muebles bajos Treku. Cada imagen está enlazada con la página de su colección.

La tipología de mueble bajo que sirve como soporte para la televisión, frente al cual nos sentamos en el sofá, sirve también para que almacenemos en él nuestros libros y revistas, y lo decoremos con diferentes objetos como flores, marcos, lámparas…

Mueble bajo de television Treku salon

Identidad y Colores

Identidad y Colores

FOTOGRAFÍA:

Mito

Originalmente, en euskera la palabra ‘urdin’ describía el color azul, el verde y el gris. ‘Urdin’ significa ‘como el agua’, de ahí que el término se refiriera a los diferentes tonos que se podían reflejar en un líquido transparente: ‘urdin’ era el color de una melena canosa pero también el de un mar embravecido en invierno o un lago entre pastos en estío. Todos los colores tienen un significado y éste dependerá del contexto. Un rojo puede ser erótico o inoportuno. Un amarillo, opresivo o terapéutico. Un verde, venenoso o hipnótico. Hay tantos colores como miradas.

Un nuevo universo cromático

Los colores, dicen, son una ilusión creada para comprender la realidad. Como las ilusiones, los colores son profundamente subjetivos. Cada color goza de un significado según los ojos, la cultura o la sensibilidad de quien lo mira. Nunca dos personas verán el mismo violeta, ni el mismo verde, ni tan siquiera coincidirán a la hora de referirse a un tono negro.

Y, sin embargo, existe la armonía cromática. La armonía cromática es el equilibrio que se consigue cuando se combinan los colores adecuados. Es consonancia, es calma, es un piano perfectamente afinado.

Durante este último año, en Treku hemos estudiado una nueva paleta de colores. Por un lado, queríamos ampliar las variaciones cromáticas de nuestros muebles y ofrecer a nuestros clientes un mayor abanico de posibilidades. Por otro, necesitábamos que la nueva paleta fuera profundamente coherente, como un árbol de familia en el que todos los integrantes guardan una relación sanguínea y sentimental. Queríamos la armonía total.

Fruto de este año de trabajo y reflexión es la organización de los colores que presentamos: cinco gamas –azules, verdes, rojos, amarillos y neutros– cada una de las cuales se declina en tres matices de saturación. Para encontrar los colores adecuados simplemente hemos mirado a nuestro alrededor, a nuestro mar, nuestros bosques, nuestra hojarasca, nuestras playas y acantilados.

También, a nuestros cielos: en el País Vasco llueve más de la mitad de los días del año. Las nubes son una presencia habitual en nuestro horizonte y ello contribuye a inundar el paisaje de una luz muy especial, tamizada muy sutilmente, sin apenas estridencias, con contrastes suaves y saturaciones delicadas. Nuestra nueva paleta cromática es una expresión de ello y de la necesidad de crear espacios con alma a través de nuestros muebles.

Dulces sueños

Dulces sueños

FOTOGRAFÍA:

(Dcha) Cama Bora en roble natural
con cojines Lopi en tono claro.

(Abajo) Cama Bel en nogal
y piel negra.

Todo comienza en la cama. Los días, las noches, las semanas, los fines de semana, los sábados y los domingos. Todo finaliza, también, en una cama. Los días, las noches, las semanas… No importalo que haya ocurrido durante una jornada, las aventuras o los imprevistos: todos los días de nuestras vidas tienen un denominador común: esa pieza de mobiliario tan horizontal, tan discreta a la que regalamos una estancia completa del hogar.
La cama, mi cama, nuestra cama. La cama admite soledad y compañía, cansancio, felicidad, pereza y hasta desayunos. Desayunos en la cama. Sí. Siempre. Hay camas de uso temporal que nos acompañan desde los primeros años, literas en campamentos y albergues juveniles, camas en hoteles de carretera u hoteles de lujo; aviones de vuelos transoceánicos que son un sucedáneo de cama o coches que han servido de lecho ante un temporal, un imprevisto, un algo, lo que fuera. Pero siempre, siempre, se vuelve a la cama que uno ha elegido, a la cama titular, a la cama del hogar. A la cama cama.

Pueden cambiar los colchones o las almohadas. Puede cambiar la ropa en invierno o en verano. Se puede elegir entre el lado frío o el cálido; entre pacer boca arriba o de lado, con las cortinas echadas o sin echar. Pero la cama siempre permanece ahí. El hogar es donde uno guarda todos sus libros. El hogar es, también, donde vive tu cama. En la cama se lee mucho para luego soñar aquello que se ha leído. También se puede soñar sin abrir un libro porque la cama no hace distinciones.
Groucho Marx escribió un libro entero –uno finito pero un libro al fin y al cabo– dedicado a las camas. Lo tituló, claro, ‘Camas’ y lo llenó de frases memorables: “No vale la pena hacer nada que no puedas hacer en la cama”, “he pasado los dieciséis años más felices de mi vida en una cama”, “en una cama todos somos iguales”… Felices sueños, feliz elección de cama.

Conversaciones de sobremesa

Conversaciones de
sobremesa

FOTOGRAFÍA:

(Dcha) Ibon Arrizabalaga y Silvia Ceñal en
mesa de madera perteneciente a
nuestra colección Aise

Es lunes por la mañana, el primero del otoño que trae un amanecer gélido. Nos encontramos en torno a una mesa en las instalaciones de Treku, en un paraje puramente rural situado a apenas tres kilómetros del mar Cantábrico. La mesa es una Aise de Treku, una con pies metálicos. El encuentro es paradójico porque en uno de los extremos de la Aise se encuentra Ibon Arrizabalaga, el diseñador que la ideó y la hizo posible. En el otro extremo, Silvia Ceñal, también diseñadora que ha creado otra mesa para la firma de Zarautz: la Basoa. Evidentemente, vamos a hablar con ellos de mesas, de esas piezas de mobiliario que nacen tras unir un tablero y varias patas. Tan simples, tan complejas.
El filósofo Gustavo Bueno escribió que las mesas son ‘el suelo de las manos’, un espacio creado para que nuestras extremidades pudieran expresarse o, simplemente, descansar. Las mesas son el lienzo sobre el que se desarrolla la vida creativa, la diaria, la rutina de la mayoría de nosotros. Las mesas son, también, un objeto de diseño rabiosamente simple que incluso un niño sería capaz de crear. Y, sin embargo, todos los años nacen nuevos diseños con nuevos matices. La Basoa de Silvia fue creada por un impulso – “coges un papel, un lápiz, comienzas con una raya, luego otra…”– sin presión, sin intención de llenar un hueco en el mercado, sin dirigirse a un destino concreto. Crear por el mero placer de crear. Luego produjo un prototipo para su exposición y éste acabó seduciendo a Treku, que la incluyó en su nueva colección.

FOTOGRAFÍA:

(Arriba) Detalle de la mesa Aise con
encimera de roble macizo

(Dcha) Mesa de madera perteneciente
a nuestra colección Aise

Silvia ideó Basoa –‘bosque’, en euskera– inspirada por los extensos pinares que cubren los arenales de las Landas, en el sur de Francia. “Me gusta trabajar en muebles que tengan detalles. En el caso de Basoa serían los travesaños y la forma que tienen de unirse entre ellos.” La mesa Aise nació de una forma diametralmente opuesta. Ibon Arrizabalaga es el diseñador de Treku por lo que conoce los procesos de producción de la firma y sabe en qué dirección ha de crear.
Inicialmente, Aise fue concebida como mesa de oficina con el toque Treku: ligereza visual y contemporaneidad, todo apoyado sobre unas patas metálicas que garantizaran su estabilidad. Era un encargo, una creación cimentada en unos requisitos muy concretos. Pero la mesa gustó. Mucho, incluso fuera de su territorio natural –una oficina– y empezó a ser demandada como mesa doméstica. “La hicimos evolucionar hacia esquemas más cálidos y hogareños sustituyendo el metal por madera maciza”. Basoa, nacida libre, y Aise, ese encargo que cambió de rumbo, conviven en la nueva colección de Treku. No son dos mesas más, tan simples y a la vez tan complejas, son el futuro suelo de miles de manos.