¿Cómo nace un diseño como el de Bost? ¿De un proceso de investigación o de una inspiración repentina?
De ambas. En Yonoh estamos constantemente desarrollando pequeños conceptos que, a veces, se convierten en grandes proyectos. En este caso, Bost surgió de una idea formal: cómo hacer un módulo sencillo que combinara madera y metal de una forma funcional, sobria, pero con nuestra esencia más orgánica. Poco a poco vimos las posibilidades del producto y el proceso de investigación tomó protagonismo, aumentando la familia, resolviendo temas técnicos, tamaño, materiales, colores…
¿Ha sufrido muchos cambios el producto final con respecto a la idea original?
Cambios estéticos no ha sufrido apenas. Las modificaciones se han producido cuando entramos en detalles: el hecho de ser una colección tan polivalente y combinable ha supuesto una investigación y desarrollo intensivos para conseguir que todo funcione y encaje a la perfección en cualquier circunstancia.
¿Cómo son los procesos para un producto así? ¿Digitales o artesanos?
Bost es un producto que ha combinado un 50% de trabajo digital y otro 50% de pruebas para entender las dimensiones del producto y su modularidad. Pretendemos un producto fácil de entender con el que sea sencillo trabajar, por eso nos ha llevado muchas horas de trabajo, de desarrollo técnico y pruebas con piezas físicas.